jueves, 20 de agosto de 2009

Pícaro: bajo, ruin, doloso, falto de honra y vergüenza....

También en internet han encontrado su lugar quienes se dedican a hablar mal de los demás aportando infundios y calumnias, cosa más habitual de algunas tabernas y teleclubs. Lanzar una mentira para que la bola se engrandezca en cada paso de boca a oreja no es nada novedoso, pero sí el utilizar blogs para ello. Es el sino de nuestro tiempo...

La ventaja es que al quedar escrito puede rastrearse al autor y, especialmente, se le puede responder eficazmente. Y a ello voy, a cortar de raíz la patraña que un comentarista anónimo (entiéndase como cobarde) hace en un desacertado artículo de un "pícaro" blog.


Efectívamente, hace meses abandoné la política activa. Más bien logré escapar de la trinchera sin recibir impactos del enemigo y del teórico compañero, que también dispara. Y muy a gusto estoy en la retaguardia.

Pero nada tuvo que ver en mi salida lo que se dice, ni ha afectado absolutamente a la relación de profunda amistad que mantenía y mantengo con Jorge Mateos Álvarez. Para muestra esta instantánea que nos hicieron en un día tan especial como fue el de mi boda, hace menos de dos meses.