lunes, 24 de noviembre de 2008

Prensa: Destruyen los pilares del puente romano de Valencia de Don Juan

Amplio reportaje publicado hoy en el Diario de León por Emilio Gancedo:

«Destruyen los pilares del puente romano de Valencia de Don Juan»

Los vecinos de Coyanza, alarmados por un nuevo atentado contra su patrimonio histórico

Aunque protegidos por el plan urbanístico, acabó con ellos una excavadora de la CHD

El pasado martes, una excavadora de la Confederación Hidrográfica del Duero acababa con los últimos vestigios de un puente al que unos expertos calificaban de romano y otros databan en época medieval. La acción tuvo lugar en Valencia de Don Juan, en pleno río Esla, en la zona significativamente conocida como Los Pilares. Se trataba, en todo caso, de los últimos vestigios del más antiguo puente coyantino y además se encontraban catalogados y protegidos por el plan urbano de esta cabecera del sur leonés.


Según informa el historiador coyantino Javier Revilla, existían en total «cuatro grandes pilas o cimientos de un antiguo puente, cuya antigüedad no está clara puesto que hay autores que lo documentan en la época romana, aunque las investigaciones más recientes lo sitúan en la Edad Media, en torno a los siglos XII y XV». «En origen, serían cinco pilas separadas entre sí unos 20 metros. Los restos que se conservaban hasta el martes mostraban unas dimensiones de hasta cinco metros de anchura», prosigue Revilla. Los vecinos de Valencia se encuentran estos días consternados: si hace poco se enteraban de que la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta había autorizado el vaciado del solar donde se localiza el primer asentamiento de Valencia de Don Juan, un castro de la Edad Bronce conocido como Castrum Coviacense (de donde procede el nombre de Coyanza), ahora saben que otros testigos de su historia y su patrimonio, los pilares del viejo puente -todo el mundo sabía de su existencia y de su ubicación- han desaparecido para siempre.


Añade Javier Revilla que su técnica constructiva «era muy similar a la del castillo de Valencia de Don Juan o la de la muralla de Mansilla de las Mulas: cantos rodados de río y sillarejos cogidos con argamasa de cal y arena. Sus restos eran muy compactos, lo que les había servido para aguantar las embestidas del río Esla durante cientos de años, pero que en tan sólo una tarde desaparecieron por la acción de una potente excavadora». El propio Revilla había diseñado en el año 2006 un completo estudio sobre Los Pilares. En él, recuerda que el erudito local Teófilo García decía en 1948 que se hablaba «de otro vestigio romano en nuestro pueblo: los llamados pilares sobre el Esla, frente al Vergel; mas no me atrevo a asegurarlo, pues los materiales de construcción parecen suscitar alguna duda acerca de su autenticidad». Ésta es la primera noticia escrita que Javier Revilla ha localizado sobre la interpretación de estos restos. Otras referencias proceden de Pascual Madoz y de Wattenberg, y, recientemente, de Alonso Ponga, quien propone una datación medieval para el mismo, en concreto, del siglo XII. Rabanal, en cambio, le da origen romano, como también otro erudito local, Miguel Ángel Millán Abad en su Historia de Coyanza.
Javier Revilla, a su vez, incide que entre los grandes machones se observa en el lecho del río la presencia de restos menores de otras pilas o machones que reducirían la luz entre los grandes, por lo que su magnitud debía de ser sin duda considerable.


La Confederación Hidrográfica del Duero asegura que actuó «por orden del ayuntamiento»
En respuesta a una pregunta planteada por este periódico, la Confederación Hidrográfica del Duero, a través de su gabinete de prensa, informó de que las obras en el transcurso de las cuales se eliminaron los pilares del puente «correspondían a trabajos de limpieza y mantenimiento del cauce del río Esla», efectuados «a petición del Ayuntamiento de Valencia de don Juan». Según CHD, en marzo de este año, el alcalde coyantino, Juan Martínez Majo, se reunió en Valladolid con el presidente del organismo hídrico, Antonio Gato, para pedirle, entre otros asuntos, una limpieza del Esla a su paso por el entorno de la ciudad riberana y algunos kilómetros aguas abajo. «CHD actuó en todo momento siguiendo las instrucciones precisas del ayuntamiento», aseguró la institución una y otra vez. Al parecer, en la zona desagua la depuradora local y eliminar los restos históricos habría «facilitado» esa labor de desagüe.


El consistorio coyantino declina toda responsabilidad y dice que no ha dado «ninguna licencia»
Por su parte, el concejal de Urbanismo de Valencia de don Juan, Mariano Fernández, dijo al Diario que el desarrollo de los trabajos ha correspondido en todo momento a Confederación Hidrográfica del Duero y que, por tanto, la responsabilidad de cómo se han hecho ha de recaer sobre este organismo público. De hecho, Fernández recordó que Los Pilares eran bien conocidos por la mayoría de los vecinos de Coyanza y que estaban protegidos por el Plan General de Urbanismo. «El Ayuntamiento -aseguró- no ha emitido ninguna licencia para que se lleven a cabo esos trabajos».


Como dato curioso, en el amplio estudio que llevó a cabo Javier Revilla en 2006 se adjunta un documento de 1797 por el que se mandaba destruir Los Pilares, y que no se llevó a efecto. «Lamentablemente hoy, 211 años después de entonces, el triste objetivo se ha cumplido», dice Revilla.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Excavaciones solar Santo Domingo (5)

Noticia publicada por la periodista Verónica Viñas en el Diario de León:

Permiten vaciar el solar donde hay un castro de la Edad del Bronce

En las primeras catas arqueológicas hallaron restos romanos y medievales
Está previsto construir un edificio sobre el primer asentamiento de Valencia de Don Juan

La Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta, en su última reunión, acordó autorizar el vaciado el solar donde se localiza el primer asentamiento de Valencia de Don Juan, un castro de la Edad de la Edad Bronce, conocido como el Castrum Coviacense. La reunión, de la que estuvo ausente el presidente de la citada comisión, el delegado territorial de la Junta, Eduardo Fernández, decidió permitir la excavación de todo el solar hasta la cota de los 2,80 metros, para levantar un muro pantalla, lo que según expertos consultados por este periódico podría «arrasar» definitivamente los diferentes estratos históricos. De hecho, en la citada reunión de Patrimonio se dio cuenta de la aparición de depósitos de grano bajomedievales, retazos de muros tardorromanos y un pequeño fragmento de pavimento de canto rodado, aparte de sigilatas -cerámicas- de la misma época, localizados en las prospecciones realizadas en esta finca el pasado mes de septiembre, después de que el historiador Javier Revilla armara un gran revuelo al denunciar el valor arqueológico del enclave, situado a 200 metros del castillo coyantino. En el solar estaba previsto construir un edificio de viviendas, que contaba con los preceptivos permisos municipales y la autorización de Patrimonio. Y ello a pesar de que el Castro Coviacense aparece consignado tanto en el Catálogo de Yacimientos Arqueológicos Protegidos como en el Plan General de Ordenación Urbana de Valencia de Don Juan, aprobado hace ahora un año. Aunque inicialmente Patrimonio y el arqueólogo territorial de la Junta, Julio Vidal, no pusieron objeción alguna a la construcción del edificio, salvo dos «pinceladas» de carácter estético, como el color del ladrillo de la fachada y la colocación «estratégica» de las placas solares, dada la proximidad del nuevo inmueble al castillo coyantino, la denuncia presentada por Revilla surtió efecto. Fue entonces cuando la Junta acordó con los promotores del inmueble una prospección previa. En la última reunión de la Comisión de Patrimonio se leyó un informe del arqueólogo territorial que afirma que los restos de construcciones encontradas «parecen denotar un alto grado de arrasamiento o saqueo posterior a su abandono.... todo lo cual impide atisbar la configuración y funcionalidad de los espacios a los que pudieran corresponder». El arqueólogo aconseja que, a la vista de los resultados obtenidos, se «puede proceder al vaciado de la superficie del resto del solar», para levantar un muro pantalla.

Pérdida irreversible
Revilla critica que estos acuerdos se han adoptado sin respetar el plazo de alegaciones fijado por la propia Comisión de Patrimonio después de su denuncia, ya que «se se ha autorizado el vaciado antes de que nos llegase la notificación a los implicados». Curiosamente, en las excavaciones arqueológicas realizadas en 1987 al borde del castillo, se constató que esta zona está ocupada, al menos, desde el final de la Edad del Bronce, hacia el año 1.200 a.C. Desde entonces, el subsuelo de este castro ha estado poblado en las dos edades del Hierro -siendo bastante importante la etapa protohistórica vaccea- y en época romana. Revilla aclara que no tiene nada en contra de la empresa constructora, pero considera que «por encima de los intereses particulares debe prevalecer el interés general: los coyantinos tenemos derecho a conocer nuestro pasado, a rescatar y estudiar los objetos que utilizaron nuestros antepasados y, sobre todo, tenemos el deber de evitar la destrucción de nuestros yacimientos arqueológicos, pues su pérdida sería irreversible».

viernes, 7 de noviembre de 2008

Excavaciones solar Santo Domingo (4) DESTRUCCIÓN MASIVA

Increíble pero cierto. En apenas 24 horas las tres catas arqueológicas que se estaban desarrollando aparentemente con tranquilidad y normalidad han sido destruidas. Al parecer, la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León ha autorizado a "vaciar" el solar hasta la cota 2,80 metros que habían alcanzado las catas arqueológicas. Tres cuadrículas que apenas significaban un 25% del solar, por tanto, se permite la destrucción del 75% restante.

¿Por qué? Es incomprensible. Las excavaciones arqueológicas estaban sacando a la luz innumerables restos (en posteriores entradas os iremos contando detalles). Pero de nuevo se ha impuesto la piqueta.

Encima, como parte implicada puedo asegurar que la Junta no me ha comunicado por escrito la decisión de vaciar el solar hasta los 2,80 metros de profundidad. Por ello no he podido recurrir dicho acuerdo de la Comisión de Patrimonio. Lamentablemente sólo queda el pataleo, pues el yacimiento está casi agotado en dicho solar. Sin embargo no van a irse de rositas, seguiremos exigiendo que se cumpla la ley y que los responsables de dicho atentado contra el patrimonio paguen su culpa.


En la imagen superior se observa el duro momento en el que se destruye sin pudor una de las estructuras halladas en las excavaciones arqueológicas.