El incansable colaborador de la revista "Esla", José Luis Gigosos, hizo una interesante propuesta en el número 110, publicado en febrero de 1992. Eran los tiempos en los que se permitía incluir fotografías y dibujos en el "Esla".
Pues bien, partiendo de su afirmación de que sería preferible tirar el edificio consistorial, plantea como remedio reformar su fachada y para ello, haciendo gala de su delicada pluma, aporta un boceto verdaderamente sorprendente.
Situando el estado actual, enfrentándolo al que propone, el cambio es verdaderamente sustancial. No sólo estético, la disposición que propone Gigosos parece hacer elevarse varios metros el edificio, sin que toque para nada su estructura y dimensiones.
Quizás no sea demasiado tarde para que la obra de remodelación ya en marcha tenga en cuenta este boceto. Desde luego el resultado ganaría muchísimo, especialmente la torre central. Ahí queda.
Pues bien, partiendo de su afirmación de que sería preferible tirar el edificio consistorial, plantea como remedio reformar su fachada y para ello, haciendo gala de su delicada pluma, aporta un boceto verdaderamente sorprendente.
Situando el estado actual, enfrentándolo al que propone, el cambio es verdaderamente sustancial. No sólo estético, la disposición que propone Gigosos parece hacer elevarse varios metros el edificio, sin que toque para nada su estructura y dimensiones.
Quizás no sea demasiado tarde para que la obra de remodelación ya en marcha tenga en cuenta este boceto. Desde luego el resultado ganaría muchísimo, especialmente la torre central. Ahí queda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario