Esta población terracampina se encuentra a apenas 45 Km de Valencia de Don Juan, localidad esta última declarada ZONA NO NUCLEAR tras el fallido intento de instalar en ella una Central Nuclear con dos reactores de 985 MegaWatios en el año 1975.
Cuando Coyanza dijo “Nuclear no, gracias”
Los antinucleares fueron reprimidos el Gobierno franquista con agresiones, multas y detenciones
Turismos, motos y tractores colapsaron las calles leonesas en la primera manifestación celebrada el 11 de mayo de 1975 contra la central nuclear.
Pery Lechuga / Valencia
El debate suscitado en estos días por la necesidad deponer en funcionamiento un nuevo cementerio de residuos nucleares en la geografía española ha suscitado en la comarca de Valencia de Don Juan un interés especial, ante las diferentes posturas que se están adoptando en diferentes localidades por parte de vecinos y corporaciones locales.
Se recuerda ahora por parte de comarcanos coyantinos cómo éstos se unieron como una piña para decir ‘Central Nuclear no’ en diferentes manifestaciones, miles de alegaciones, pintadas en la vía pública y pegatinas que, en principio, fueron confiscadas por las fuerzas del orden del Gobierno franquista.
Numerosos vecinos de la comarca de Valencia de Don Juan y posteriormente del Páramo se unieron a partir del 2 de mayo de 1975 para decir “Nuclear no, gracias” y luchar contra del proyecto de instalación de una central nuclear, en principio un reactor de 985 megawatios que fue presentado por las compañías Enher y Endesa, a cuatro kilómetros del casco urbano coyantino.
El escrito presentado por cinco vecinos de Valencia de Don Juan ante el Ayuntamiento para expresar su preocupación por la proyectada central nuclear fue el detonante para la movilización vecinal que exigía, como mínimo, una moratoria en el programa nuclear diseñado por el Gobierno de Franco incluido en el Plan Energético Nacional (PEN), en el que figuraba la implantación de 16 centrales nucleares en la geografía española con diferente potencia.
Se registraron varias manifestaciones en Valencia de Don Juan, Benavente y la capital leonesa, yalgunas fueron reprimidas duramente por efectivos antidisturbios de la Policía Nacional y Guardia Civil en la ciudad zamorana.
Cabe destacar la celebrada en la tarde del 11 de junio de 1975 en León con el alcalde coyantino, José María Alonso Alcón, al frente, y que se saldó con varios heridos entre manifestantes y agentes del orden, en algún caso de gravedad, por lo que fueron ingresados en centros médicos, mientras que un total de ocho “alborotadores” fueron multados con cantidades que oscilaron entre 25.000 y 10.000 pesetas después de ser liberados de su detención.
En dicha manifestación decenas de heridos evitaron acudir a los centros de asistencia médica para evitar su detención, y la gravedad del choque entre antinucleares y antidisturbios determinó que ungrupo leoneses influyentes se reunieran con el obispo de León para intentar que los graves hechos ocurridos horas antes se volvieran a repetir.
Tras las manifestaciones celebradas contra la central nuclear anunciada, la práctica totalidad de las instituciones provinciales adoptaron acuerdos contra la proyectada instalación nuclear en Valencia de Don Juan que finalmente albergaría dos reactores de 985 MW y sería la más potente de las proyectadas.
Así, la Cámara de Comercio, Diputación de León y, a última hora, el Ayuntamiento de León, acordaron en sendas sesiones manifestarse en contra de la instalación nuclear anunciada a instalar en el término de Valencia de Don Juan.
Paralelamente, miembros de la Brigada Político-Social del Gobierno de Franco advertían a miembros de la Comisión coyantina antinuclear y a algunos periodistas leoneses que se estaba estudiando un posible expediente de destierro contra ellos “por su especial comportamiento en relación con la postura antinuclear.
Comisión gubernativa
Por motivos aún no aclarados, el entonces gobernador civil de León, Francisco Laína, decidió nombrar una comisión mixta compuesta por autoridades leonesas y representantes de industrias hosteleras y de la viticultura de Valencia de Don Juan y Villamañán, que se entrevistaron en Madrid con miembros del Ministerio de Industria para frenar el proyecto nuclear en el municipio coyantino. Hoy parece que continúa en vigor la moratoria.
2 comentarios:
Hace unos años en 1975 gran parte de la comarca se puso de acuerdo para protestar contra la instalación de dos reactores nucleares en Valencia de don Juan y ahora, bien cerca de aquí, en Melgar de Arriba quieren instalar un cementerio nuclear cuando aquí se quiso poner una central nuclear y hubo muchísimas protestas.
¿Se les ha olvidado lo que paso en Valencia de Don Juan?
Parece que el tiempo está fortaleciendo las candidaturas vallisoletanas para albergar el Almacén Temporal Centralizado de residuos radiactivos (ATC).
No me has contado la respuesta ciudadana en la manifestación, pero no se si estamos concienciados realmente de... algo (evidentemente los susodichos alcaldes de dichas localidades no han tocado un libro de biología o de ética en su vida).
En primer lugar, NO ES SEGURA.
A los riesgos propios del almacen (PELIGROS durante el transporte de los mismos hasta el almacén, accidentes, robos...) se unen factores externos como los posibles terremotos, ataques terroristas o simplemente deslizamiento de terrenos que den como resultado un escape de radiación a la zona.
-Cuando una radiación ionizante pasa a través de un tejido vivo, se eliminan electrones de las moléculas de agua por lo que se forman iones H2O+ muy reactivos. Un ión H2O+ puede reaccionar con otra molécula de agua para formar un ión H3O+ y una molécula neutra OH. OH es un ejemplo de radical libre (una sustancia con uno o más electrones no apareados) y puede iniciar un gran número de reacciones químicas capaces de perturbar las operaciones normales de las células induciendo a en fermedades como el cáncer (reprodución sin control de la célula).-
2º, NO GENERAN RIQUEZA: la actividad nuclear de la zona cierra en la práctica cualquier posibilidad de desarrollo rural verde. El sector servicios y el turismo simplemente desaparecen. La industria energética sale perjudicada en el fondo ya que suspende las subvenciones para la instalación de energías renovables (estamos hablando de un potencial en puestos de trabajo de 300 frente a miles de trabajadores sólo en éste sector).
y 3º, DEJAMOS UN LEGADO IMPERDONABLE de radiación de por vida durante muchísimas generaciones (eso sí, inferiores incluso que las actuales ya que creo que es un factor de riesgo despoblacional).
Se pretende que el centro tecnológico asociado sea un reactor nuclear de transmutación, una tecnología que intenta hacer decaer la vida de la actividad radiactiva de los residuos que recordamos permanecerán activos emitiendo radiación durante miles de años. Sin embargo desde el principio de la era nuclear se viene investigando en esta línea y a día de hoy no se han logrado avances significativos.
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